Cuando el amor y el odio se vistieron de fuego
Santiago, 1862, Ana María es una joven profesora, siendo la menor de cuatro hermanos, de un matrimonio de clase emergente. Su padre participó en la Independencia, su madre descendiente de emigrante alemán, le dieron la genética perfecta a su hermosura.
Es pretendida por Héctor con el consentimiento de su madre, pero ella no lo acepta por no quererlo y además por sus malos hábitos. Hasta que en su vida aparece José Miguel, un joven médico de clase alta, que realizó sus estudios en París, que después de casi una década fuera de Chile, regresa a reencontrarse con sus raíces y el amor que no pudo encontrar en Francia. Consciente que su mentalidad es distinta a cuando se fue del país, por otra más europea con menos ataduras que imponía la sociedad chilena.
El encuentro entre Ana María y José Miguel sólo fue obra de Cupido, pero al darse cuenta Héctor de esta real amenaza, lleno de odio, decide sacarlo del camino contratando a un cruel sicario que era buscado por la policía por sus múltiples asesinatos.
Y es en el gran incendio de la Iglesia de la Compañía de Jesús, donde el amor y el odio, se visten de fuego para dar la batalla final.